martes, 24 de abril de 2012

CAPÍTULO 3

Pasamos la noche en el tren, la única noche en la que dormiremos aquí, ya que el Distrito 2 está muy cerca del Capitolio.
Lo primero que escucho a la otra mañana es la voz de Zenobia Cronin llamándome para que me levante.
—¡Arriba, arriba, arriba! ¡Va ser un día muy, muy, muy importante! (todas las acompañantes lo usan hehe)
Me levanto y me pongo unos pantalones y una camisa color rojo oscuro. No me arreglo mucho, ya que en unas horas estaremos en el Capitolio y mi estilista decidirá como vestirme. Hace unos años, un par de tributos fueron desnudos en el desfile, me encantaría hacer eso (uh, Clove regalada).
Cuando entro en el vagón comedor, Zenobia se acerca a mi con una taza de café solo, mientras ríe ruidosamente. Brutus y Enobaria también ríen, y Cato le da un sorbo a su taza de café un poco molesto. 
—¡Siéntate! ¡Siéntate! —exclama Brutus haciendo señas con la mano.
En cuanto lo hago, me sirven una enorme bandeja de comida: huevos, jamón y montañas de papas fritas. Frente a mí hay un frutero y una canasta de panecillos. También tengo un elegante vaso de jugo de naranja, mi taza de café y una taza de chocolate caliente.
Pruebo de todo un poco, aunque como mucho y procuro no pasarme con los alimentos más grasos. Cuando siento que el estómago me va a estallar, me echo hacia atrás y veo a mis compañeros de desayuno. Cato se ha terminado todo lo que pusieron en su bandeja y ahora trocea los panecillos y los moja en el chocolate caliente. Brutus toma otra taza de café y Enobaria prueba la fruta. Brutus y Enobaria me agradan, ambos ganaron sus juegos, aunque en ediciones diferentes (obvio). Nuestro Distrito siempre tiene patrocinadores de más, y eso se lo agradezco a ellos. Aunque no fueron ellos los mentores el año pasado, sé que lo harán bien con nosotros.
—Entonces, ¿se supone que deben aconsejarnos? —les pregunto.
—¿Quieres un consejo? Maten a todos. —responde Enobaria enseñando sus afilados dientes.
Miro a Cato y lo encuentro con una gran sonrisa de satisfacción, así que le sigo el juego y también sonrío. 
Brutus le da otro sorbo a su café y le da unas palmadas amigables a los fuertes hombros de Cato.
—Muy gracioso, ¿ah? —sonríe—. Es cierto, no tengan piedad con nadie. Bien, ¿que saben hacer?
No sé si decirle a todo, tal vez será mejor guardarme algunas cosas para La Arena o aunque sea para los Vigilantes. Me sorprende que Cato responde sinceramente y dice todas sus habilidades.
—Mi arma es la espada. Puedo matar a quién sea fácil y rápido. También soy bueno en el combate cuerpo a cuerpo, —los músculos de sus brazos se tensan— puedo romper el cuello de una persona con los brazos y así matarlo.
Brutus lo analiza, asiente y responde:
—Vengan aquí los dos —Cato y yo nos acercamos y él nos toca brazos, piernas y abdomen comprobando nuestros músculos. 
—Cuando los estilistas se encarguen de ustedes, serán bastante atractivos. —añade Enobaria.
Nuestros mentores salen del vagón. Cuando se cierra la puerta detrás de ellos, todo queda a oscuras, aunque con unas pocas luces dentro. Miro a Cato y se ve tan confundido como yo.
Pasan unos minutos y me doy cuenta de que estamos en el túnel que atraviesa las montañas y lleva hasta el Capitolio (oootra explicación que me saltaré...).
Cato y yo estamos solos en el vagón pero guardamos silencio. No he hablado con él desde el entrenamiento.
—Cato... —digo en voz baja.
Él no me responde y cambia su lugar.
De pronto, el tren comienza a frenar y se ilumina poco a poco. Ambos nos ponemos de pie y caminamos hacia la ventanilla para ver algo que solo hemos visto en televisión y en fotografías: el Capitolio, la ciudad que dirige Panem. Es enorme, lleno de colores, de personas, de edificios, de gente vestida de forma extraña. Todos los colores parecen artificiales, rosas demasiado intensos, verdes demasiado brillantes y los amarillos que dañan los ojos. En el Distrito 2 no hay muchos colores, todo es gris, negro y blanco, porque se podría decir que es un Distrito militar.
La gente empieza a señalarnos con entusiasmo al reconocer el tren de tributos que entra a la ciudad. Comienzo a saludar a todos pero Cato se limita a mirar con los ojos entrecerrados. Supongo que esa es su estrategia para conseguir patrocinadores, parecer guapo. A un chico del Distrito 4, Finnick Odair, le sirvió muy bien esa estrategia hace unos diez años. 
El tren se mete en la estación y nos tapa la vista, ahí es cuando regresamos a sentarnos. Él se da cuenta de que lo miro y se limita a responder:
—¿Quién sabe? Quizá quieran otro Finnick.
No lo había juzgado mal. Empiezo a pensar en sus acciones desde la cosecha. Las piezas aún no encajan del todo, pero él tiene un plan que aún no logro descubrir, que lo llevará a ganar. Desde ahora está luchando por ganar, lo que significa que, Cato, mi amigo, está luchando por matarme.

¡Ah! Aprieto los dientes mientras veo como Katri (Venia), una mujer de pelo color rosado y tatuajes por todo el cuerpo, me lava y me corta el cabello.
—¿Te gusta así? ¿O así? ¿Qué tal así? —pregunta ella mil veces sin darse cuenta de que no me importa.
Éstas personas hablan con un tono muy agudo, apenas abren la boca para hablar y terminan todas las frases como si terminaran una pregunta. Eso se me hace un tanto molesto.
Llevo más de tres horas en el Centro de Renovación y todavía no conozco a mi estilista. Por lo que sé, me verá hasta que Katri y los demás miembros de mi equipo de preparación no se hayan ocupado de problemas obvios, mis uñas, mi cabello...
Pasa una media hora más y después me obligan a ponerme de pie, mis tres estilistas, Katri, Pliny (Octavia), y Cordo (Flavius), dan un paso atrás y admiran su trabajo. Yo, simplemente sonrío.
—¡Vamos a llamar a Gunnar (Cinna)!
Los tres salen corriendo del cuarto. Pongo los ojos en blanco mientras suelto un suspiro. Que personas tan bobas.
Miro las paredes y el suelo, todo blanco y frío, y veo la bata colgada a un lado, pero no la tomo. Igual en cuanto llegue éste tal Gunnar, hará que me la quite.
La puerta se abre y entra un joven güero con lentes, debe ser Gunnar. Lleva un tatuaje por todo el cráneo al que no puedo encontrarle forma.
—Hola, Clove. Soy Gunnar, tu estilista. —dice en voz baja pero con mucha seguridad.
—Hola. —respondo fríamente.
Gunnar levanta una ceja y comienza a revisar mi cuerpo desnudo, sin tocarme, pero con mucha precaución de tomar nota de cada centímetro. Reprimo el impulso de cruzar los brazos sobre el pecho.
Gunnar no es nuevo, lleva varios años. El año pasado hizo un buen trabajo con nuestros tributos. Aunque los vistió completamente de gris, se veían elegantes, y consiguieron muchos patrocinadores.  
Cuando me dejan ir, voy con Gunnar al comedor y unos minutos después llegan Cato y Nitya (Portia), su estilista. Cato lleva una mejilla roja y le sangra la nariz. Seguro se peleó con alguien, suerte para él que no lo atraparon, porque va contra las reglas.
Gunnar presiona un botón que desliza una mesa y unos segundos después nos traen de comer. Estamos Cato, Nitya, Gunnar y yo.
Pollo, gajos de naranja, guisantes y cebollas diminutas, panecillos en forma de flor; de postre hay un pudin color miel.
Mientras comemos, dejamos que Gunnar y Nitya hablen. (me salto la explicación de los trajes de acuerdo al Distrito en el desfile...)
—Entonces, ¿de qué nos disfrazarán? ¿Algo ridículo? —pregunta Cato un poco burlón. Al parecer su comentario molesta a los estilistas.
—No del todo. —responde Gunnar—. Nos olvidaremos un poco del tema del cemento y de los Agentes de la Paz.
"Iremos desnudos", pienso.
—Somos siempre el Distrito que más brilla. Así que ésta noche brillarán. Van a amarlos.
—Ningún Distrito se verá mejor. —aclara Nitya.
Lo pienso un poco más, nuestros estilistas son buenos, harán un buen trabajo, eso seguro.
Hasta ahora, se podría decir que la suerte está de nuestro lado.


(Bueno, hasta aquí nos quedamos a la mitad del quinto capítulo en el libro :) vamos muy rápido jakjska. Comentan, porfi? Los quierooooo mucho. Gracias :D)
Atte: Fer. aka @ProudOfJennLaw en Twitter. :)
(Ah, otra cosa. Si quieren que yo les avise por Twitter cada que subo capítulo, me dicen en los comentarios o me mencionan en Twitter :D)

3 comentarios:

  1. Iremos desnudos", pienso
    hahahahah esta clove quiere salir desnuda a toda costa hahhah XD , aunque que cato saliera asi no esta nada mal hmmm :D hahhaha.
    (*los vestiras distinto o igual ami sinceramente no me gusto su vestuario pero bueno)
    continuaaaa....!!!*,:)

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  2. asdfghjklñ lo ame siempre genial, me encantaron los nombres de los estilistas muy creativos *-* me parece divertido como Clove quiere ir desnuda xD. No puedo esperar para el siguiente capitulo :D

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  3. Está realmente bien escrito y eso, pero yo creo que fallan las aclaraciones entre paréntesis, los tributos y fans que nos hemos leído THG lo entendemos y no queda muy profesional pero por lo demás está genial

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